viernes, 24 de octubre de 2014

TECAYEHUATZIN DE HUEXOTZINCO

TECAYEHUATZIN DE HUEXOTZINCO

NACIÓ EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XV Y MURIÓ SEGÚN PARECE A PRINCIPIOS DEL XVI. OCUPÓ EL RANGO DE GOBERNANTE DE HUEXOTZINCO. COMO POETA Y PENSADOR SE DESTACÓ ENTRE LOS QUE SE EMPEÑARON EN PERCIBIR EL MÁS HONDO SIGNIFICADO DE FLOR Y CANTO, EL ARTE Y EL SÍMBOLO. SE LE ATRIBUYE EL HABER CONVOCADO HACIA FINALES DEL SIGLO XV, LA REUNIÓN DE SABIOS Y POETAS DE HUEXOTZINCO, CUYO PROPÓSITO ERA EL DE BUSCAR LOS DIFERENTES PUNTOS DE VISTA DE LOS PARTICIPANTES ACERCA DEL SIGNIFICADO DE LA POESÍA. ESTE ÁLBÚM ES UN HOMENAJE A SU POESÍA, INTERPRETADO EN SU LENGUA NATIVA, EL NÁHUATL.  ESPERO LO DISFRUTEN...

ARMAGX-DIGITAL

 TECAYEHUATZIN:



Fuente:Sergio J. Plasencia O.
Interpretado: Sergio J. Plasencia O.
Edición: Armagx-digital


MOCUEPA:

El diálogo es parte del Manuscrito Cantares Mexicanos, realizado en Huexotzinco hacia 1490 en el que participan Tecayehuatzin y otros tlamatinime para aclarar el sentido profundo de flor y canto. Tecayehuatzin de Huexotzinco (siglo XV principios del siglo XVI) pregunta si flor y canto “¿Es... quizás lo único verdadero en la tierra?”. Ayocuan de Tecamachalco (segunda mitad del siglo XV-principios del siglo XVI) señala que el origen divino de la poesía da al hombre la posibilidad de decir “lo único verdadero” y el único recuerdo del hombre en la tierra: “Del interior del cielo vienen las bellas flores, los bellos cantos (...) ¿... he de irme como las flores que perecieron? Nada quedará en mi nombre? ¿Nada de mi fama aquí en la tierra? ¡Al menos flores, al menos cantos!”.

NONANZIN:

 
Fuente:Sergio J. Plasencia O.
Interpretado: Sergio J. Plasencia O.
Edición: Armagx-digital

TOCHIHUITZIN:

 
 Aquiauhtzin de Ayapanco (ca. 1430-ca. fines del siglo XV) afirma que flores y canto son el camino para encontrar a dios, una invocación al Dador de la vida, el cual se hace presente al inspirar el arte y la poesía: “Por allá he oído un canto, lo estoy escuchando... ya te contesta desde el interior de las flores... ¿Dónde vives, oh mi dios, dador de la vida? Yo a ti te busco (...) Sólo el dios escucha ya aquí, ha bajado del interior del cielo, viene cantando”. Cuauhtencoztli de Huexotzinco duda acerca de la verdad que puedan tener el hombre y sus cantos: “¿Son acaso verdaderos los hombres? ¿Mañana será aún verdadero nuestro canto?  Aquí vivimos, aquí estamos, pero somos indigentes, oh amigo”. Motenehuatzin de Teupil responde que son las flores y los cantos lo único que puede ahuyentar la tristeza: “con mis cantos, como plumas de quetzal entretejo a la nobleza, a los señores,  todos andamos en medio de la primavera”. Nuevamente Tecayehuatzin toma la palabra y los exhorta a alegrarse. Motenehuatzin es de la misma opinión e insiste en que flor y canto es la riqueza y alegría de los príncipes. Por su parte, Xayacámach de Tizatlan (segunda mitad del siglo XVI) sostiene que flor y canto son el único medio para embriagar los corazones y olvidarse de la tristeza: “Las flores que trastornan a la gente, las flores que hacen girar los corazones flores que embriagan”. Responde Tlapalteucitzin que flores y cantos deleitan al hombre y acercan al Dador de la vida: “...yo florido colibrí, con aroma de flores me deleito, con ellas mis labios endulzo. Oh Dador de la vida, con flores eres invocado”. Interviene Ayocuan y en función de flores y cantos elogia a Huexotzinco porque no era una ciudad guerrera: “El timbal, la concha de tortuga, permanecen en Huexotzinco  allí tañe la flauta, canta ”. Tecayehuatzin concluye el diálogo presentando una idea en la que seguramente todos estarán de acuerdo, que fina y canto es lo que hace posible la amistad: “¡Sabemos que son verdaderos los corazones de nuestros amigos!”. Estas respuestas implican diversos atisbos, desde los más variados puntos de vista, dirigidos a comprender el mundo maravilloso de su propio arte prehispánico y al afán de pronunciar una respuesta capaz de dar raíz a rostros y corazones. Por su parte el rey, filósofo y poeta texcocano, Nezahualcóyotl (1402-1472), atormentado porque en el mundo todo es pasajero, siente la necesidad de decir palabras con raíz para llegar  a can on ayac micohua, “donde la muerte no existe”, y lo logra al descubrir el significado profundo de flor y canto: “Por fin lo comprende mi corazón: escucho un canto, contemplo una flor, ojalá no se marchiten!” “No acabarán mis flores, no cesarán mis cantos...”.

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